Se trata de una pregunta que en alguna ocasión muchos de nosotros nos hemos podido hacer, debido al desconocimiento de estas dos fascinantes disciplinas. Son muchos los que defiende la idea de que el Coaching es una rama derivada de la Psicología, de que muchas de las herramientas que se utilizan en el proceso de Coaching provienen de diferentes ámbitos de la psicología, en concreto de la Psicología Social y la Psicología de las Organizaciones y de la ausencia de novedad en sus procedimientos. Es cierto que ambas disciplinas tienen en común el papel activo del sujeto, pero sin embargo, son muchas las diferencias que hacen a cada una de estas únicas en cuanto a sus procedimientos, finalidades y características.
Si atendemos a los objetivos individuales de cada una de ellas por ejemplo, existen cualidades claramente diferenciadas, que nos dirigirían según nuestro caso hacia un Coach o hacia un Psicólogo. Mientras el Coaching se basa en un autoconocimiento y un redescubrimiento de ciertas habilidades y capacidades personales, la Psicología te enseña y aconseja en el aprendizaje.
Una de las principales diferencias que podemos observar también, es como la Psicología atiende al estudio del pasado, de experiencias pasadas en muchos de sus tratamientos para intentar explicar ciertas conductas del presente y en caso de no ser deseables intentar modificarlas, evitarlas o reducirlas en el futuro, mientras el proceso de Coaching se basa únicamente en el presente y en la modificación y el entrenamiento de ciertas habilidades y capacidades para el futuro, sin hacer mención al pasado del individuo.
El colectivo sobre el que actúan ambas disciplinas también es diferente, puesto que el proceso de Coaching atiende a personal sin patologías clínicas identificadas, y en caso de percibirlas debe derivarlo a un profesional del campo.
Desde mi punto de vista son muchas las características que diferencian a estas dos disciplinas, por ello según nuestra situación individual y personal creo que no tendría ningún tipo de duda en dirigirme a un profesional o a otro. Es vital que ninguna de ellas intente entorpecer los avances y progresos de la otra puesto que de la única manera que podemos conseguir resultados exitosos en ambas es con la amplitud de conocimiento y el respeto mutuo. Tanto la Psicología se puede enriquecer de la práctica del proceso de Coaching, como en sentido contrario aumentando el progreso y el bienestar del individuo que es el motor, y al fin y al cabo el objetivo que guía ambas disciplinas.
¿Vamos al Coach o al diván? Esta pregunta debería convertirse dentro de un tiempo en algo similar a ¿vamos a la playa o al campo? Parece que la respuesta estaría muy clara según nuestras necesidades y según nuestra situación personal, puesto que ambas actividades poseen rasgos similares pero son claramente diferenciables. Lo mismo ocurre con estas dos disciplinas, cada una de ellas nos ofrece soluciones muy distintas en áreas muy diferentes de nuestro desarrollo personal o profesional.
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