miércoles, 17 de octubre de 2012

Los empleados de toda empresa: ¿Una bendición o un dolor de cabeza?


No importa de qué tamaño sea la plantilla de la empresa. Las situaciones difíciles siempre existen independientemente de las dimensiones del negocio. 

Muchas veces, al tener una plantilla reducida, el empleador puede llegar a pensar que no está expuesto a las situaciones que afectan a compañías con miles de trabajadores. 
Piensan que, al ser pocos, las quejas y malentendidos pueden solucionarse rápidamente sin la necesidad de un comité dispuesto para ello. Sin embargo, no sólo este tipo de problemas son los que pueden afectar mortalmente a una empresa


Para explicarlo mejor, os cuento uno de los casos que hemos conocido. Para proteger la identidad de los afectados, cambiaremos los nombres, tanto de la empresa, como de las personas involucradas.

 La agencia de publicidad “PMC” contaba con un plantilla de 7 empleados. Un día, Antonio, el empleado en el que más confiaban los dueños, y el más imprescindible,  anunció que renunciaba al cargo que ocupada desde hacía 8 años. Esta baja fue consecuencia de una decisión personal:  comenzar su propio negocio. Éste, competía directamente con la agencia de publicidad. Para colmo de males, se llevó con él a 2 de los principales clientes de PMC. Como explica uno de los dueños, “Antonio se formó en nuestra empresa. Dedicamos años a pulir sus conocimientos, a labrar su experiencia y en una carta de renuncia, todo su talento se marchó con una simple firma.”
La pérdida de estos 2 clientes para PMC supuso casi el 50% de su facturación. Además, 2 de los empleados más allegados a Antonio, también renunciaron para unirse a él en la nueva empresa. Los clientes se sintieron desconcertados y tres de ellos decidieron continuar trabajando con la nueva empresa, terminando así su relación comercial con PMC.

Durante muchos años, Antonio fue una bendición, hasta que decidió independizarse y montar su propio negocio con nefastas consecuencias para su antiguo empleador. En una sola acción pasó a ser un gran dolor de cabeza. A partir de este punto es que como empresarios debéis evaluar qué significa entregar el control de muchos aspectos de la compañía a los empleados.

La cantidad de acontecimientos que como este pueden ocurrir de manera inesperada, y que pueden afectar seriamente a vuestra empresa, es interminable. Manipulación y alteración de los productos, robos, fiascos con la contratación y los despidos, acoso sexual, protestas… Incluso, un desacuerdo entre dos empleados puede alterar significativamente el normal funcionamiento de la compañía. Y esto se refleja directamente en su rentabilidad. Nadie quiere trabajar en un ambiente cargado de tensiones. Tampoco queremos ser atendidos por un personal en constante conflicto.

¿Qué debemos hacer ante estas situaciones?

De una u otra manera todas las actuaciones de los empleados influyen directa o indirectamente en el normal funcionamiento de la empresa. Es por ello que os recomendamos, sobretodo en épocas de cambio de modelos económicos como la que atravesamos actualmente:

  • Comunicar las decisiones estratégicas de la empresa a todos los empleados.
  • Tener pre-seleccionados trabajadores suplentes.
  • Abordar las preocupaciones de los empleados sobre la longevidad de la compañía, mientras se trata de seguir con la operatividad habitual.
  • Realizar talleres, jornadas formativas y labores de consultoría individual o en equipo que ayuden al personal a adaptarse a las nuevas demandas y necesidades de la empresa.

En todo caso, lo más importante es recordar que, una empresa es lo que son sus empleados y que, depende en gran medida de ellos tener la empresa que queremos.


Si necesitáis más información con respecto a este u otros temas, no dudéis en contactarnos.
Será un honor para nosotros poder ayudaros.


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