viernes, 6 de junio de 2014

¿Cómo ser más felices en el trabajo, a pesar de nuestros jefes?


Hablando con un par de amigos en días anteriores, me comentaban lo mal que se sentían en el trabajo. La falta de motivación, el desgano y la apatía se asomaban por cada uno de los poros de su cuerpo. Estaban abatidos y me preguntaban cómo podían hacer para que sus jefes cambiaran.
La verdad es que para que alguien cambie, debe estar muy convencido de la necesidad de ese cambio. Es un proceso interior que sólo la persona que verdaderamente lo desea puede conseguir.


Por ello, no podemos hacer nada para que nuestros jefes cambien. Ni nuestras parejas, ni nuestros padres, ni nadie. Lo que sí podemos hacer es cambiar nosotros.



¿Os podéis imaginar a los hombres de Cromañón pidiéndole a los Tigres Dientes de Sable que cambiaran sus hábitos alimenticios? La historia nos ha dejado muy claro cómo funciona el tema de la evolución.


La buena noticia es que, al contrario de lo que ocurre con el cambio en las otras personas,  ser felices es algo que depende de nosotros y que sí se puede logar. 


Nosotros tenemos la capacidad de moldear nuestro entorno para hacer de él el espacio que queremos ocupar. Todo va a depender de cómo lo imaginemos. Podemos llegar tan lejos como nuestro pensamiento y compromiso lo permita.

El secreto consiste en definir la meta, eso que queremos lograr, y luego, dividir esa meta en sub-metas.

Ya se trate de ser feliz en el trabajo, aumentar la rentabilidad de la empresa, o tener nuestro propio negocio, debemos imaginar cada detalle de eso que deseamos, para luego comenzar a evaluar lo que nos hace falta para llegar allí. Y eso que nos hace falta, son las sub-metas.

Es muy importante recompensarnos por cada sub-meta que logremos, sin perder de vista la meta principal.

Una manera muy efectiva de lograrlo, es plasmarla gráficamente.

Y por último, contarla a quienes nos importan. El diálogo nos ayuda a imaginar, a recrear los espacios que faltan y a llenar de color los detalles.

Cuando imaginamos, tenemos libertad. Y esa libertad nos permite elegir cómo queremos cambiar nuestra realidad. Es allí cuando decidimos lo que vamos a hacer para lograrlo.

Otro aspecto muy importante que debemos incluir en el proceso si quieres ser feliz en tu trabajo, es darle un sentido a lo que haces. El trabajo perfecto no existe. La necesidad de trabajar sí. Pero debemos intentar satisfacerla orientándola hacia lo que realmente tienen un significado para nosotros, independientemente de la tarea que estemos haciendo.

Para explicarlo mejor, voy a referirme a la parábola de los tres, albañiles que estaban trabajando.
Una persona se acercó  y le preguntó a uno de ellos:  

–¿Qué estás haciendo?, y le responde sin mirarlo siquiera; un poco malhumorado: 
–Pongo ladrillos.
Camina un poco más y le pregunta al segundo albañil: 
–Oiga, ¿qué está haciendo?, el hombre lo mira y le contesta, quejándose: 
–Construyo un muro.¿No lo ve? 
Por último, el sujeto le dice al tercer albañil: 
– ¿y usted qué hace?, sonriente el hombre le dice: 
-¡Construyo una catedral!


A eso es lo que me refiero con aportar significado a un trabajo. Saber para qué lo haces y lo que significa para ti, para otras personas, e inclusive, para la sociedad.


En Eneas Consultores creemos en una manera diferente de ayudarte a alcanzar tus retos. Personales o profesionales. Nosotros nos dedicamos a desarrollar personas y equipos de trabajo con una dinámica que garantiza logros extraordinarios con efectividad y bienestar. Inclusive para tus jefes.


"Existe al menos un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo." - Aldous Huxley



Si necesitas más información o quieres que te ayudemos, llámanos o escríbenos:




Ruth Lehmann
T. 965 203 195

 www.eneas.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario